domingo, 30 de octubre de 2011

Dead!


Bueno, pues os dejo esto, que no se si considerarlo OS, o que xDDD Que sepais que lo subo, porque @Bea_noworries me ha insistido mucho, pero se supone que esto no debia ver la luz.
Anyway, no es el tipo de cosas que estais acostumbradas a leer, no esta relacionado ni con McFly, ni ATL, ni nada. Por lo que es muy probable que no os guste.
Dicho eso, os dejo en paz.
Ea.


And if your heart stops beating, I'll be here wondering, Did you get what you deserve? 
The ending of your life, And if you get to heaven, I'll be here waiting, babe.
Did you get what you deserve? The end, and if your life won't wait then your heart can't take this.

El despertador retumbaba en mis oídos. Tocaba levantarme, otra vez. Un nuevo día, un nuevo infierno. En eso se había convertido mi vida, una autentica monotonía infernal.

No podía más, quería desaparecer de aquel mundo, al fin y al cabo, sabía que nadie lo notaria. Todo eran problemas, pesadillas.  Mis días se resumían en una autodestrucción continua, falta de comida, o exceso de comida, vómitos, pastillas, cortes, cuchillas, sangre, llanto, DOLOR.

Hubiera dado todo por tener una segunda oportunidad, por poder comenzar otra vez de nuevo, ser una persona nueva.  Era lo que necesitaba, dejar de ser yo, y pasar a ser alguien nuevo, alguien diferente, alguien mejor.

Era difícil saber que nadie entendía como me sentía, saber que nadie era capaz de comprenderlo. Aunque, a decir verdad, tampoco tenía a nadie que pudiera hacerlo. Todos habían desaparecido, se habían marchado de mi lado, pues siempre es más fácil evitar el problema, y en ese caso, el problema era yo, la niña caprichosa que solo trataba de llamar la atención.

Pero ya estaba decidido, ya había llegado la hora. Ya no podía soportar más dolor, ya no podía soportar más peso sobre mis hombros. Todo estaba ya perdido.  Aquel día, iba a ser el último.

Me dirigí a mi habitación, la cual estaba llena de fotos. Fotos de tiempos en los que yo era feliz, era una persona normal, con una vida normal. Lo echaba de menos. No pude evitar que las lágrimas acudieran a mis ojos, y por un momento pensé en continuar, pero esa idea se desvaneció de mi cabeza en segundos. No era capaz, ya no tenía fuerzas para seguir.

Rebusqué la pequeña cajita con llave donde guardaba todas las cosas que no quería que nadie encontrara, entre ellas, las pastillas.

Abrí la cerradura, y saqué una pequeña cajita naranja. Tenía entendido que una sobredosis de aquellas pastillas acababan con todo. Y eso hice. Saque todas las capsulas que venían dentro, y me dirigí a la cocina.

Una vez allí, me serví un poco de agua. Las lágrimas salían inconscientemente de mis ojos, no podía controlarlo. Quería que todo acabara, pero ya era tarde para tratar de arreglarlo, ya era tarde para mí. Me resistía a irme, me resistía a hacer la mayor cobardía que podía hacer en ese momento, pero al fin y al cabo, yo era eso, una cobarde.

Metí  las pequeñas capsulas en mi boca, y sorbí un poco de agua. Sabía que cuando tragara, ya no habría más yo, ya no habría más vida, no habría futuro, no habría nada.

Pegué un fuerte golpe en la mesa con mi puño, y finalmente tragué. No pasó nada, al menos  no en ese momento.

Comencé a caminar hacia el salón, aun con lágrimas en los ojos, pensando que tardaría horas en hacer efecto. Pero una vez más, estaba equivocada. No llegué al salón, caí a mitad del pasillo, golpeándome fuerte a cabeza, dando fin a mi miserable vida.

No sentí nada, y al fin, el dolor había terminado. Todo el sufrimiento, todo el llanto, todo había acabado ya.

Have you heard the news that you're dead? No one ever had much nice to say. 
I think they never liked you anyway, Oh take me from the hospital bed.
Wouldn't it be grand? It ain't exactly what you planned. And wouldn't it be great If we were dead?

lunes, 24 de octubre de 2011

Not Alone.

Otro día más, yo seguía sin encontrarle el sentido a mi vida. No tenia amigos, no tenia familia, y ¡hasta mi lagarto Awix me ignoraba!
Era duro. Sentía que nada cambiaría si me iba, si lo hacia para siempre. Pero una vez más, era demasiado cobarde para hacerlo, para quitarme del medio. Y volvía a recurrir a lo mismo, las cuchillas.
Tenia mi brazo derecho lleno de pequeños cortes, de pequeñas cicatrices. Eran la marca de un dolor que me consumía por dentro, y es que, hacia unos meses que todo se había vuelto oscuro para mí, mi luz se había apagado.


Aquel martes, tocaba pizza. Mi alimentación se basaba en grasienta comida rápida. ¿Que más daba? ¿Acaso comer verduras mejoraría mi vida? No.


'¿Que desea?' Preguntó una voz femenina al otro lado del teléfono. Encargué una pizza individual de jamón y queso, y un par de cervezas. 'El pedido llegará al rededor de media hora. Muchas gracias.'


Daba asco, realmente daba mucho asco tener que pedir menús individuales. Había incluso veces en las que el teleoperador hacia alguna broma innecesaria del tipo 'Noche solitaria, ¿eh,amigo?'. Bastante aborrecía ya mi vida, no necesitaba que alguien me recordara nada.


Había pasado ya una hora, y el pedido esperaba al otro lado de mi puerta. Me acerqué a mi vieja cartera, de donde saqué un par de billetes, y me encaminé hacia la puerta. 
Cuando la abrí, me quede perplejo. No era Jimmy, el repartidor habitual, debía ser un chico nuevo. Tenia el pelo castaño, y le cubría gran parte de la cara, la cual estaba repleta de pecas. 


'Son 22.90' dijo clavando sus ojos en mi. Eran azules, de un tono muy claro. Por primera vez en mucho tiempo, sonreí, desconociendo completamente el motivo que me llevó a ello. 


Tendí uno de mis brazos con el dinero, mientras que con el otro trataba de sujetar la caja que aquel muchacho me ofrecía. Debió de ser el roce de su brazo, o el simple movimiento, pero la venda que cubría mis heridas se movió, dejando aquellas marcas visibles. 


'Se que no es de mi incumbencia, pero no deberías hacer eso' Dijo el muchacho cogiendo el dinero de mi mano. Le miré a los ojos, una vez mas, y pude ver como una sonrisa se dibujaba en su cara. '¿Me dejas mostrarte algo?' Asentí. No pensé mi respuesta, simplemente fue un acto reflejo. No recordaba la ultima vez que alguien había tratado de ser amable conmigo, por lo que creí que aquel chico merecía una oportunidad. 'Necesitaré que me dejes eso' añadió señalando desde el marco de la puerta a la guitarra que tenia en el salón. 


Entramos en mi piso, dejando la pizza sobre la mesita de la entrada. 'Me llamo Danny por cierto.' Le tendí la guitarra, y se dirigió al sofá.


'Yo Dougie' Sonrió, y comenzó a afinarla. A medida que rasgaba alguna de las cuerdas, mi piel se erizaba más y más cada vez. Hacia tiempo que no tocaba, ni escuchaba a nadie hacerlo, por lo que había olvidado como sonaba.


'Hubo una época, en la que quería morirme, en la que me odiaba a mi mismo más de lo que nadie pudiera odiarme nunca.' Comenzó a decir. Me limite a escuchar y a asentir, y le deje continuar. Parecía que sabia lo que hacia. 'Pensaba que estaba solo, que no tenia a nadie. Pero no era así. Nunca estamos realmente solos.' Tragué saliva, ¿Y si tenia razón? No. No podía ser, yo no tenia a nadie. 'Y casualmente, la vida ha echo que hoy yo este aquí, que vea tus cicatrices, para mostrarte, que no estas solo.'


Dicho eso, agarró con más fuerza la guitarra, y comenzó a tocarla con mas confianza, formando una perfecta melodía, a la que más tarde, empezó a acompañar con su voz.


Life, is gettin' harder day by day. And I, I don't know what to do, or what to say.
And my mind is growing weak every step I take, It's uncontrolable now they think I'm fake.
But I'm not alone. No, no, no.

A medida que la canción avanzaba, las lágrimas comenzaban a acudir a mis ojos. No sabia porque, no lograba comprenderlo. Las mariposas habían acudido a mi estomago ¿Realmente aquel chico me atraía? ¿Realmente estaba logrando que yo sintiera algo? ¿Yo? ¿Despues de tanto tiempo? 
Estaba confuso, pero había algo en aquel tal Danny que me hacia creer, me daba esperanza.

Every day seems to be the same. They just swear, yeah.
They just don't care. They just don't care. They just don't care.

'Cause I'm not alone

Cuando hubo acabado la canción, advirtió mis lágrimas. Tendió una de sus manos hacia mi cara, secandomelas con las yemas de sus dedos. 'Ey, no llores.' Susurró. No sabia donde meterme. No quería que me viera llorar, realmente me importaba lo que aquel desconocido pensara de mi.

'¿Como has llegado a esto?' Pregunté como pude, tratando de ocultar las lagrimas. '¿Llegar a que?' pregunto él de vuelta. 'No se, tienes talento. ¿Que es lo que hace que repartas pizzas por una miserable cantidad de dinero?' Momentos despues de hacer la pregunta, supe que debí haberme callado. Noté su mirada perdida, pude ver dolor en sus ojos.

'Mi padre nos abandonó hará un par de años, yo quería que mi hermana tuviera un futuro mejor que el mio, asi que con lo que saco yo, y con lo que saca mi madre, pagamos sus estudios. Pero preferiría no hablar de eso ahora.' Decidí no preguntar más, decidí dejarlo pasar. Hablar de aquello le causaba dolor, lo podía ver a traves de sus ojos. Y yo para nada queria verle sufrir.

Fue raro, no se como ni porque pasó, pero para cuando quise darme cuenta me encontraba sobre él, besando sus finos labios. Las mariposas reboloteaban libres por mi estomago, haciendo que recordara que yo tambien podia sentir.
Nuestras lenguas se entrelazaban, mis labios saboreaban los suyos, y viceversa. Mis manos recorrian su cuerpo, su cara, mientras que las suyas hacian lo mismo conmigo.
Mi respiracion se aceleraba por momentos, el calor aumentaba.

Decidió que la ropa sobraba, decidió que no era necesaria. Comenzó a quitarme la camiseta, al mismo tiempo que yo trataba de desabrocharme el pantalón. Contacto, humano. Lo echaba de menos. Hice con su camiseta exactamente lo mismo que el habia echo con la mia. 

Cuando toda la ropa se encontró tirada en el suelo, le tumbé sobre el sofa, colocandome sobre él. 
Comencé a darle ligeros besos por el cuello, por el pecho, recorriendo cada zona, cada pequeño pliegue. Continué bajando, por su abdomen, por sus caderas, hasta detenerme en su miembro. Me disponía a continuar, cuando su mano me lo impidió. 

Cogió suavemente mi barbilla, alzandola a la altura de su rostro. Depositó un suave beso en mis labios, proiguiendo con un susurro. 'Ahora es mi turno, pero antes debes prometerme una cosa.' Asenti rapidamente, mientras que el, giró bruscamente para colocarse sobre mi. 'No volveras a hacerte daño. Nunca. Prometemelo.' Desvié mi mirada, sabia que no sería capaz, sabiendo que sería debil.

'No se si seré capaz' Admití. Posó su mano nuevamente en mi cara, obligandome a fijar mis ojos en los suyos. 

'Yo estaré para impedirtelo. Nunca estarás solo.'




lunes, 10 de octubre de 2011

Meet You There - Parte 2.


No os entretengo.. a leer! <3

  Estuve dos semanas mas en el hospital, las cuales James pasó a mi lado. Le insistí en varias ocasiones, no era necesario que se quedara, pero hizo caso omiso.
Venia a diario, con su guitarra como compañera. A decir verdad, su voz me tranquilizaba, me daba sensación de seguridad, me hacia sentir bien.
Durante esas dos semanas, me dio tiempo a conocerle, a saber muchas cosas sobre él, a cogerle cariño, y para nada, en ningún momento le guarde rencor.

  Se sentía raro. Yo nunca había tenido buenos amigos, ni siquiera personas de confianza, y sin embargo, él me transmitía todo eso.

  Aquel día me daban el alta, y como de costumbre, mi nuevo amigo estaba allí, a mi lado.
Me ayudó a recoger todo lo que había ido acumulando durante ese mes y medio, y después esperamos a que el medico viniera con los papeles.

  Cuando estuvo todo en orden, nos dirigimos a la puerta principal. Por primera vez en mucho tiempo, sentí el aire fresco en mi cara, me sentí viva.

  - Espérame aquí, voy a buscar el coche.- Dijo sacando un pequeño llavero de su bolsillo.

  - De verdad, James. No hace falta. Ya has hecho suficiente ¿No crees? -Replique sonriendo.- Puedo pedir un taxi.

  - No voy a dejar que pidas un taxi, no me cuesta nada. -Asentí, y finalmente se encamino hacia su vehículo.

  Durante el trayecto, intercambiamos teléfonos y direcciones, pues habíamos acordado seguir en contacto.

  Detuvo el coche nada más llegar a mi portal. Bajo del mismo y me ayudo con los trastos.

  - De verdad, que no hace falta, que puedo yo sola. -Dije soltando una pequeña carcajada. Como de costumbre, me ignoro, llevando todo hasta la mismísima puerta.

  - Tengo una ultima cosa para ti. -Comenzó a buscar en su bolsillo trasero.- Pero tienes que prometerme que irás.

  - Claro. - Me tendió un sobre blanco, completamente. No tenia nada escrito.

  - Ábrelo cuando entres en casa. -Me dio un abrazo, y se despidió.- Nos veremos pronto.

  - Adiós.

  Entre en casa, y ordene todo lo que había traído, ropa, calzado, libros... Me senté en el sofá, tranquilamente, y agarré el sobre que James me había dado.
Lo abrí poco a poco, y saque lo que parecía una especia de pase a algún lado. Lo giré, y lo miré minuciosamente. "Busted. VIP Access". ¿Quien narices eran Busted?
Gire un poco el pase, y encontré la fecha. "O2 Manchester Apollo. 23 Noviembre 2003"
Eso era dentro de tres días, y le había prometido que iría. No podía fallarle.

  Llevaba tres días preguntándome donde narices iba a meterme, y me esperaba cualquier cosa. Menos esto.
Estaba en el exterior del recinto, y había miles de personas. Chicos y chicas, de todas las edades. Parecía que hubieran estado acamapando por días.

  Tras preguntar varias veces, conseguí llegar al acceso VIP, tarde.

  Anduve durante cinco minutos por largos pasillos, hasta que llegué al que supuse era mi sitio.
Estaba en uno de los laterales de un gran escenario, y de repente, las luces se apagaron.
Comenzó una especia de cuenta atrás en una de las pantallas gigantes situadas allí, y después de varias explosiones pirotécnicas, tres cuerpos salieron de la nada.
Me costó reconocerle, pero sí, uno de ellos era James.

  Las canciones comenzaron a sucederse, una tras otra. Sorprendentemente, me las sabia. Eran las mismas que James me había cantado en mi estancia en el hospital.

  Cuando el concierto acabó, los tres chicos y el batería, salieron por el lado donde yo me encontraba.

  - Has venido. - Dijo James acercándose a mi con una sonrisa.

  - Te dije que lo haría.

  - Mira que eres adorable. -Resopló, en tono burlón.

  - Pero tu mas. -Respondí en el mismo tono.

  - No, tú.

  - No, tú.

  - Podemos seguir así hasta que me salgan canas. -Dijo sacándome a lengua.

  - Me gusta ser la que tiene la ultima palabra. Yo gano siempre.

  - Ah, si, ¿eh?

  - Si.

  - No.

  - Si.

  - No.

  - Que si.

  - Que no.

  - Que te he dicho que si.

  - Te quiero.

  - Y yo. -No podía creer que hubiera dicho eso. No me dio tiempo a medir mis palabras. Mire al frente, y le vi sonreír de lado, tímidamente.

  - ¿De verdad? -Preguntó. Le brillaban los ojos, y tenia una amplia sonrisa dibujada en su cara. Estuve alrededor de un minuto en silencio, hasta que interrumpió.- ¿De verdad vas a dejarme a mi con la ultima palabra?

  - Si. -Respondí, tras pensar varios segundos mi respuesta. Al instante, note como el tono de mi piel se volvía rojizo.

  - ¿A la primera o a la segunda?

  - A la primera.

  Me abrazó,provocando un cosquilleo en mi estomago. Selló sus labios a los mios, por unos segundos, para después dirigirse a mi oído:

  - "You're my psycho girl"

domingo, 9 de octubre de 2011

Meet You There - Parte 1

Hola cosos y cosas que leen las mierdas que yo escribo :)
Vuelvo con otro OS. Lo subiré en dos partes, porque hoy me daba pereza pasarlo entero al ordenador (Hola. Soy muy vaga, sí. Adiós.). La otra parte la subiré mañana, okay?
Dicho esto, os dejo leer. Hope you like it (:

  Mi nombre es Anne. Tengo 18 años. Soy morena, ojos verdes, de estatura media. Nada fuera de lo común. No soy única, no tengo nada que me diferencie del resto. Nada que me haga especial.
Mi vida es de lo más normal. Bueno, ERA de lo más normal, hasta que él apareció en mi vida.

  Todo comenzó a cambiar hace tres meses.

  Era un día cualquiera, una tarde cualquiera. La ultima clase de matemáticas me había dejado más adormilada de lo habitual. Pero gracias a dios, era la hora de volver a casa.
Salí por la puerta de mi instituto, con la mochila a mis espaldas. Pesaba más de lo habitual, lo que hacia que andara ligeramente encorbada.
Comencé a cruzar la calle, cuando oí que John, un compañero de clase, me llamaba desde atrás.

  Recuerdo que sentí un fuerte golpe, acompañado de dolor, mucho dolor. Notaba punzadas, en la cadera, en las piernas, en los brazos, como si alguien estuviera pinchando mi piel con afiladas agujas. No podía abrir los ojos, no podía moverme, no tenia fuerzas.
Escuchaba voces, gente gritando, llamándome por mi nombre, dandome palmaditas en la cara, intentando que reaccionara. Pero no lo hice.
Escuche sirenas, y en ese momento supe que todo había acabado. Perdí el conocimiento. Todo se volvió blanco, sentí alivió. El dolor se había ido.


 
  Abrí los ojos, las luces halógenas me daban directamente en la cara. Escuché una guitarra, acompañada ligeramente por una voz y mire en el sentido de su procedencia.

  Estaba sentado en el pequeño sillón de los acompañantes. Era rubio, ojos claros, y no parecía muy alto. Por su apariencia, supuse que tendría mi edad, quizás un par de años mas.
No se percato de que había despertado, no hasta que interrumpí su canción.

 - Hola. - Susurre como pude. No tenia fuerza, me sentía débil. Su cara mostró asombro. Abrió los ojos, atónito, y se levantó apresuradamente. Salió corriendo de la habitación, dejando la guitarra tendida en el suelo.
No entendí nada, ¿acaso le había asustado tanto?

  Cinco minutos después, una enfermera apareció en mi habitación. Comprobó mis pulsaciones, mis constantes, y tras confirmar que todo estaba correctamente, salió al pasillo, dejando la puerta abierta.
Vi como hablaba con alguien, a quien no pude ver, ya que la pared no me lo permitía.

 - Las constantes están bien, el oxigeno en sangre, y la tensión también. Pronto pasará el medico a echarle un vistazo. No conviene que se mueva mucho, lo dejo en tu mano. - Vi como la enfermera le tendió la mano, y desapareció por aquel largo pasillo.

  Seguidamente, por la puerta, entró el mismo chico que hacia un rato había salido espantado. Esta vez, lo hacia con una amplia sonrisa en tu cara.

 - Hola Anne.- El tono de su voz era tranquilizador, dulce, agradable.

 - Perdona... pero creo que no te conozco.

 - Si.. esto... - Parecía confuso. Vi como se rascaba la nuca, y se sentaba de nuevo en el sillón. - Me llamo James, y... yo te atropellé.

  Era raro. No sabia como debía sentirme. ¿Furiosa? ¿Enfadada? Aunque si no recordaba mal, era él quien aguardaba cuando desperté. Estaba confusa.

 - No se que decirte. Supongo que ya puedes irte, estoy bien, estaré bien.

 - Anne, has estado un mes en coma. No sería justo que me fuera ahora. Yo te he causado esto. - ¿Que estaba diciendo? ¿Realmente había estado un mes en coma? No podía ser. No había pasado tanto tiempo.

  Tocaron la puerta, y entró quien supuse que seria el medico. Parecía mayor, tenia el pelo canoso y llevaba unas gafas que hacían que sus ojos parecieran mucho mas pequeños de lo que ya eran.

  - ¿Te importa salir un momento mientras compruebo que esta todo en orden? - El chico asintió, y salio rápidamente de la habitación.

Tras el chequeo, el medico se dirigió a mi.

 - Al parecer, estas bien. Has estado en estado comatoso durante 30 días, pero no pareces tener ninguna secuela de gravedad. Estarás en observación unos días, y de no ocurrir nada fuera de lo normal, te daremos el alta. -Caminaba hacia  la puerta, cuando se giró, y volvió a dirigirse a mi. - Tu novio debe quererte mucho. Ha estado aquí cada día, cada hora, tocando y cantando para ti, con la esperanza de que despertaras.

 - No es mi novio, doctor.

¿Comentarios? (: